A principios de este siglo, las redes sociales, tal como las conocemos, todavía estaban en la etapa inicial de su desarrollo. Si alguien nos hubiera dicho en ese entonces que los políticos se comunicarían a través de tuits, la mayoría de nosotros habríamos enmarcado esta idea como de ciencia ficción. Pero han pasado 16 años, y ahora, Twitter se ha vuelto el modus operandi preferido de muchas personas en posiciones de poder. La velocidad a la que ha cambiado nuestro entorno nos ha dejado a muchos tambaleándonos.
Entonces, ¿qué es lo siguiente? A medida que el mundo evoluciona a la velocidad del rayo, existe una creciente conciencia entre los padres de que los planes de estudio escolares tradicionales a menudo son demasiado rígidos para preparar a sus hijos para lo que previsiblemente se puede llamar un futuro impredecible. En busca de una alternativa más atractiva, algunos recurren a los sistemas Montessori y Waldorf-Steiner, que ponen un fuerte énfasis no solo en el aprendizaje práctico, sino también en la creatividad, una palabra de moda en los círculos educativos de este siglo.
Como gurú de la educación, Sir Ken Robinson dice: «No tenemos ni idea de lo que sucederá en el futuro. Nadie tiene ni idea de cómo será el mundo dentro de cinco años, y sin embargo, estamos destinados a educarlos [a nuestros hijos] para ello. Mi opinión es que la creatividad es tan importante ahora en la educación como la alfabetización”.
Pero los sistemas Montessori y Waldorf, particularmente populares durante la infancia y la Primaria, no tienen el monopolio de la creatividad. Tampoco son los únicos sistemas que dan importancia a un enfoque holístico y concreto del aprendizaje.
El sistema educativo británico también se basa en un plan de estudios que ofrece a los profesores un grado sustancial de flexibilidad, no solo durante los primeros años de la infancia, sino también en la Secundaria. De hecho, hay un amplio margen dentro del plan de estudios para desarrollar las habilidades más importantes para la vida, como por ejemplo aprender a pensar de forma innovadora. Esto les ayudará a enfrentarse a un futuro incierto.
A comienzos de este siglo, los encargados de formular políticas educativas en el Reino Unido reconocieron la importancia de la creatividad, y por lo tanto el ‘desarrollo creativo’ fue señalado como un objetivo de aprendizaje temprano en el “Early Years Foundation Stage” (EFYS) (años iniciales), así como en áreas clave del plan de estudios de Primaria.
El planteamiento del plan de estudios cambió su enfoque de tiza y habla, en el que los profesores se paraban al frente de la clase e impartían la materia, a niños que ahora piensan creativamente por sí mismos, haciendo conexiones y resolviendo problemas, ¡y no solo ecuaciones matemáticas!
En 2012, el Gobierno del Reino Unido también enfatizó la importancia no solo de «explorar y jugar» y del «aprendizaje activo» para los estudiantes más jóvenes, sino también de «crear y pensar críticamente».
“El EYFS no es un aula tradicional y nuestro día a día no se basa solo en clases centradas en el profesor. Proporcionamos un equilibrio de actividades dirigidas e iniciadas por los niños y actividades enfocadas en adultos”, dice Kerry Mortlock, quien dirigirá el nuevo departamento de King’s College Madrid para los niños de a partir de las 16 semanas de edad.
Hay muchas similitudes entre el método Montessori y EYFS, según Kerry. En ambos sistemas, se considera que la autoestima del niño surge del orgullo interno de sus logros. Ambos sistemas consideran a los profesores como guías y facilitadores, permitiendo que el niño aprenda a su propio ritmo, tome riesgos y cometa errores para inculcar una actitud de “puedo conseguirlo” y construir una identidad positiva.
Pero mientras el sistema Montessori enfatiza la importancia del niño como el centro de su propio aprendizaje, EYFS cree en un equilibrio, y por lo tanto los adultos intervienen donde los estudiantes necesitan una inyección de nuevos conocimientos, ideas y estímulos, además de reforzar lo que ya se ha aprendido.
En King’s College, un enfoque innovador y creativo para el plan de estudios británico ha sido evidente desde la década de 1970, a través de EYFS, Primaria y también de manera notable durante la Secundaria cuando los conceptos abstractos se vuelven más difíciles de contextualizar.
Aunque la adquisición del inglés es una ventaja obvia, (varios estudios sugieren que un segundo idioma aumenta la concentración y la capacidad de destilar información) en King’s, se considera un subproducto de una educación que tiene sus raíces en el análisis crítico, el pensamiento individual y la innovación.
A través de cada etapa de su educación, los estudiantes de King’s están expuestos a enfoques originales de aprendizaje, lo que a su vez influye en sus habilidades de resolución de problemas y creatividad, ayudándoles a abrir sus mentes y estar preparados para desviarse a los campos de la originalidad para experimentar.
A la alfabetización, por ejemplo, se le da un giro creativo, y animamos a los bebés que aprenden el alfabeto, a escribir las letras en gomaespuma o a usar plastilina para crear diferentes formas, de modo que la escritura no se sienta como una tarea, sino como un juego que milagrosamente, conduce a la comunicación sin tener que hablar.
Cuando se trata de la ciencia, los estudiantes más jóvenes se sienten empoderados por la experiencia de ver cómo las semillas que ellos mismos contaron y sembraron en el huerto se convierten en algo que realmente pueden comer. «Me encanta el tema del crecimiento», dice la profesora de EYFS, Joanne Weale, quien también consigue que los estudiantes realicen experimentos, como; observar a las plantas beber al agregar colorante de alimentos al agua, lo que afecta su tono. «Es mágico y los niños siempre quedan fascinados».
Los estudiantes más grandes, tienen laboratorios de ciencia vanguardistas donde realizan experimentos con la orientación del profesorado.
Esta participación activa en las asignaturas de ciencias se estableció en King’s en la década de 1970 cuando los profesores de ciencias, como por ejemplo el Dr. Gerry Percy y Mr. Olek, se divirtieron mucho e inspiraron un amor profundo a sus alumnos de lo que puede ser una asignatura seca, abstracta y aburrida si cae en manos equivocadas. Cuando se inauguraron tres nuevos laboratorios de ciencias en 1977, el Dr. Percy destacó «el gran énfasis puesto en el trabajo práctico en comparación con los colegios españoles».
Mientras tanto, como un científico excéntrico de Regreso al Futuro, Mr. Olek enseñó a algunos de sus estudiantes más intrépidos fuera del horario escolar a «doblar vidrio, hacer mezclas químicas y nos dejó quemar magnesio que brillaba como un fuego artificial en el cielo oscuro de la noche», dice el ex alumno de King’s Anthony Saez, quien ahora trabaja para el gobierno canadiense.
Una educación holística, por supuesto, trabaja para fomentar la adaptabilidad y la inteligencia emocional, capacidades que son necesarias para hacer frente a la incertidumbre. El teatro, la música y la danza son herramientas que se pueden usar para cultivar estas cualidades y, en King’s, son una parte intrínseca de la experiencia de aprendizaje de cada niño.
«Utilizamos el teatro y el juego de roles como una forma de desarrollar las habilidades de empatía de los niños», explica Adele Stanford, directora del King’s College en Letonia. «Una de nuestras técnicas favoritas es el «callejón de la conciencia» donde los niños forman un camino y uno de ellos camina a lo largo de él mientras que los demás le aconsejan y expresan sus pensamientos. En el teatro y en los juegos de roles, un introvertido se convierte en una persona diferente cuando está en el papel y un extrovertido llega a ser incluso más grande que la vida», agrega.
El fundador de King’s College, Sir Roger Fry, describe una educación británica metafóricamente como una en la que se les enseña a los estudiantes a cómo usar una guía telefónica en lugar de tener que memorizar los nombres y números que contiene.
Es este enfoque de empoderamiento del conocimiento la base sólida sobre la cual los profesores de King’s después construyen. Las capas posteriores tienen paralelos sorprendentes con los sistemas educativos alternativos; descentralizando con el trabajo grupal, utilizando juegos de roles para dar vida a los personajes y contextualizando incluso las asignaturas más abstractas, como las matemáticas, siempre que sea posible.
Sir Roger tuvo una visión para King’s College cuando todavía era una institución incipiente que estableció en 1977: «Muy a menudo, el plan de estudios [en las mejores escuelas del Reino Unido] incluye incluso cosas como ayudar con el mantenimiento del colegio», dijo. «Por ejemplo, la reparación de fusibles y el repintado anual son parte de la rutina de los estudiantes. Estas escuelas de fama mundial no solo tienen un excelente historial académico. Un colegio no es solo un salón de clases, libros de texto, cuadernos, pizarras y tizas. Un colegio real, proporciona una preparación completa para la vida en todos los aspectos, y esto claramente incluye tanto teoría como práctica”.
Heather Galloway